Con esa frase arrancó el argentino Miguel Mateos al subir al escenario improvisado en el lobby del Auditorio Nacional. El ambiente, para qué te cuento, estaba cargado de nostalgia y expectativa: el próximo 19 de marzo de 2026 será la fecha marcada para la celebración de los 40 años del disco Solos en América, álbum que definió una era del rock en español.
Mateos confesó que regresar a México para este evento es “como volver a casa”, reconociendo la influencia que México ha tenido en su trayectoria. Y sí, no pudo evitar la broma: “Dicen que pasan los años… yo lo que digo es que pasa el calendario, ¡pero el rock sigue intacto!”. Se ganó unas risas, claro.
¿Y qué nos adelantó?
Aquí lo importante:
- El show será en el Auditorio Nacional, un recinto que él catalogó como “templo del rock latino”.
- Se trata de una gira-conmemoración por los 40 años de Solos en América, con temas clásicos, invitados especiales y un repaso de su carrera.
- Miguel se detuvo en otro tema que generó revuelo: el uso de inteligencia artificial en la música. Dijo que “la música en vivo, la emoción, el sudor, el grito, eso no lo replica un algoritmo”. Sí, lo subrayó fuerte.
- También adelantó que en 2027 tiene planeado lanzar una ópera rock llamada Los tres reinos. Fue un destello más allá del concierto de marzo.
¿Por qué este show pinta para especial?
Porque no es sólo otro concierto: es una retracción generacional, un encontronazo entre el pasado ochentero (cuando “Rock & Roll” sacudía Latin Rock) y la actualidad. Miguel lo enfatizó con frases como “este disco cambió mis audífonos, mis rutas, mi vida”, refiriéndose a Solos en América. Y los medios allí lo captaron.
Tampoco dejó de reconocer que México ha sido clave para su difusión: “Aquí aprendí lo que es un público que se sabe las letras, que corea, que vive cada acorde”. Y ese público —de corazón ochentero y espíritu renovado— será el gran protagonista de la noche.
¿Qué se espera el 19 de marzo?
- Que suenen clásicos como “Cuando sea grande”, “Obsesión” y otros himnos que marcaron generaciones.
- Que haya sorpresas: colaboraciones, invitados, quizá una sección acústica o un arreglo especial (Miguel lo insinuó “preparados para algo nunca antes visto”).
- Que la producción tenga buen impacto: pantallas, luces, un escenario que agilice saltos entre décadas.
- Que los tickets vuelen — considerando que se trata de un “evento-homenaje”, los fans viejos y nuevos están alertas.
La frase final de Miguel + Mi reflexión
Miguel cerró con:
“Estoy viejo, pero no lo pareceré cuando empiece a cantar”.
Y honestamente, Lalo, eso resume la expectativa: no importa el paso de los años, el hechizo del rock sigue funcionando, y este show se perfila para celebrar no sólo un disco, sino una época, un vínculo con México y con la música que nos hizo ser quienes somos.
Si estás pensando en asistir (y yo sí recomendaría que lo hagas), te sugiero estar al tanto de la preventa y llegar con tiempo al lugar, porque seguro será una noche con historia… y mucho, mucho sudor rockero.
